Después de unas semanas, tuve la oportunidad de conocer a Joaquín y de ver a Rodri y Clarita de vuelta, esta vez ya como padres. Podría escribir miles de elogios sobre esta familia, porque como fotógrafo no solo fui un observador: también me compartieron lo que significó llegar hasta este momento tan esperado.
Lo único que me queda por decir es que Joaquín es un campeón, y que tiene a dos padres increíblemente amorosos. Se puede sentir la calma, la alegría y la fuerza con la que viven esta nueva etapa.
Gracias, Clarita, Rodri y Joaquín, por abrirme las puertas de su casa y permitirme documentar los primeros días de su hermosa familia.